Por Licenciado Miguel Eduardo Magallón
Junio 24, 2015
Estoy cansado de este tema. Todo parece indicar que hagamos lo que hagamos, ni la OCDE, ni el FMI, ni CEE o el BCE, ni los Estados Unidos, el G-7, ni ninguno de estos gendarmes financieros del mundo, nos van a soltar. Todos estos organismos y países, pretenden que Panamá, y todos los otros países pequeños, les cobremos los impuestos a sus ciudadanos, por ellos y que sigamos siendo sus esclavos. Molesta también, ya que nadie los ha elegido como los guardianes financieros del mundo. Y lo peor del caso, es que ni son los mejores, ni tienen la moral para hacerlo, ni tampoco son unos santos. Solo les recuerdo algo, todas las crisis financieras y económicas del mundo han empezado en países llamados a ser, los ejemplos financieros del mundo, y lo que se ha descubierto es que tienen a los maleantes más grandes de cuello blanco del mundo.
Les recuerdo también, que la crisis del 2008 empezó en los Estados Unidos, por la avaricia de los promotores de viviendas, los generadores de hipotecas, los bancos de inversión, las avaluadores de riesgo, el mercado de valores y hasta los reguladores, que dejaron que este escándalo legara tan lejos que casi desmorona el sistema financiero internacional. Y les recuerdo a los gringos, sobretodo, que fue su presidente del momento George Bush, el que facilito un “bailout” de $700B, todo a costa de los contribuyentes gringos, para salvar a los mismos bancos que habían empezado el problema. Y qué decir de los que compraron estos papeles basura, que, buscando un rendimiento alto, iban comprando cuanto papel sacaba el mercado, sin importar las garantías. Y que de los reguladores, que se dieron cuenta de los que había pasado cuando ya era demasiado tarde.
Imagínense que hubo ciudades en los Estados Unidos que casi quiebran por este escándalo, a tal punto que no tenían dinero para pagar su planilla. Otras municipalidades que habían comprado este papel basura perdieron los ahorros del municipio y sus ciudadanos. Con estos antecedentes…¿ Como los mal llamados países del primer mundo pueden querer regularnos como si fueran los policías del mundo? ¿Quien les dio esa potestad? ¿Donde queda la soberanía de cada país y el derecho que setiene de establecer sus propias reglas del juego dentro de su jurisdicción? Y ahora no me vengan a hablar de los escándalos recientes de Panamá en su sistema financiero durante el quinquenio de Martinelli. Porque, primero no es un escándalo generalizado. Es decir, se trata de casos puntuales que son investigados. Y no existen más indicios de otros casos en el sistema.
Y si nos ponemos a ver, la gran mayoría de los casos se centran en un banco en particular, donde todo indica que uno de los dueños aupaba esta clase de operaciones. El Sistema Bancario de Panamá es sólido. Se caracteriza por banqueros conservadores, de muchos años de experiencia, y que no arriesgan su posición por ningún negocio riesgoso. Esta es la generalidad del sistema. El regulador, la Superintendencia de Bancos, ha establecido una serie de reglas de juego, que ano tras ano se van mejorando y adecuando a las nuevas realidades del mercado. Tanto es así, que ahora, para abrir una cuenta en Panamá, inclusive para los mismos panameños, es todo un problema. Más fácil pude abrir una cuenta en Estados Unidos en meses pasados.
Pero muchos economistas y financistas internacionales piensan que el “problema” no es la poca regulación bancaria o los mal llamados paraísos fiscales (por lo menos Panamá), sin la incapacidad de estos gobiernos de poder cobrar los impuestos suficientes para mantener una maquinaria pesada, ineficiente y mucho más corrupta que las que nosotros, los “tercer mundistas” tenemos. La gran mayoría de estos países, por ejemplo, tienen un aparato gubernamental con muchos funcionarios, bien pagados, y con muchos gastos conexos. Pero entre los legisladores, el órgano judicial y el ejecutivo, los gastos se extienden mucho más allá de lo que el país debiera. Pero pareciera que este grupo de países se quieren constituir en un Cartel de Impuestos Globales, donde el resto de los países tiene que cobrarles los impuestos a sus ciudadanos.
Pero antes de cobrar impuestos, también tenemos la obligación de recabar toda la información financiera posible de estos ciudadanos, de manera que el largo brazo de los recolectores de impuestos de estos países del Cartel, tengan la mayor información posible y nadie se les escape. Es esto legal? Y será toda esta data usada para fines de impuestos solamente? Hasta donde pueden llegar estos países en su afán de cobrar más impuestos? Y porque tenemos que meternos nosotros en estos problemas? Y no solo eso, sino que porque tenemos que gastar más en nuestra operación para satisfacer las demandas de estos países? El mismísimo Banco Mundial ha hecho reportes acerca de esto último, ya que les preocupa el mal uso de esta información o los abusos que se puedan dar por el mal uso de la misma.
Y lo peor del caso, es que nosotros nos volveríamos cómplices de estos desmanes. Desmanes que pueden incluir la expropiación de activos por parte de estos gobiernos, burócratas corruptos pueden utilizar esta información para molestar a las empresas e inclusive extorsionarlas. Como se puede ver, hasta el mismo Banco Mundial tiene muchas reservas acerca de este Cartel y sus planes para dominar la información financiera en el mundo. Palabras como corrupción, acoso, abusos, etc., son términos muy fuertes que esta organización ha utilizado para calificar lo que el Cartel pudiera hacer, pero aun así, el Cartel sigue presionando, como solo ellos saben. ¿Pero que podemos hacer? En mi opinión, tenemos dos opciones.
La primera opción es seguir con el juego del Cartel, es decir, seguir cumpliendo con todo lo que nos pidan, eternamente, para tratar de salir de las listas negras y grises que se puedan inventar de las diferentes organización brujas que también se les ocurra crear. La segunda es decir basta, pero esto requiere un plan, una organización y un Cartel mucho más fuerte, similar a lo que se hizo con los países no alineados para presionar a los Estados Unidos para que nos devolviera el Canal. Una golondrina no hace verano, pero si podemos reunir muchos países para que no se dejen de este Cartel, sería lo principal. Solos nunca podremos hacer nada, así que necesitamos de muchos países amigos para acabar con esta amenaza.
Panamá sigue siendo un país atractivo para la inversión extranjera, grande y pequeña, y al paso que vamos, volveremos a romper nuestro record y seguiremos siendo el país de Latinoamérica que más IDE atrae per capital y uno de los mayores del mundo, y tercero que términos absolutos en Latinoamérica. Nuestro Sistema Bancario sigue creciendo y con mucha rentabilidad, y nada indica que esto va a parar. El PIB de Panamá crecerá arriba del 6% este año, un crecimiento envidiable, no solo en Latinoamérica pero en el mundo, y si lo combinamos con una inflación de menos del 3% y un desempleo de menos del 5%, tendríamos un ano redondo. Esperemos que el gobierno sea sabio y pueda mantener el rumbo tal cual, pero sin ceder ante el Cartel.
El segmento Miércoles de Economía es una gentil contribución del licenciado Miguel Eduardo Magallón, consultor de empresas en estrategia y finanzas. Para comentarios sobre este texto puede usted dirigirse directamente al autor en la dirección electrónica:[email protected], llamarlo al 6214-0420 o ingresar al blogwww.miercolesdeeconomia.blogspot.com.
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