La bitácora
Ebrahim Asvat
30 de abril de 2015
Mientras vivimos entretenidos en los temas de la corrupción nacional hay vientos soplando desde el exterior dirigidos a doblegar al Estado Panameño hacia unas normas y conductas exigidas por organizaciones de la cual no somos miembros ni tenemos vela en ese entierro. Mientras la economía del mundo padecía de una gripe financiera horrible, Panamá abanderaba uno de los crecimientos económicos más altos del mundo Pero el mundo es así porque lo deciden los grandes. A los chiquitos nos corresponde sobrevivir o encontrar nichos alejados de las tentaciones de los países grandes y poderosos. Panamá encontró su vocación de servicio y de centro logístico por razones geográficas y por la voluntad de su población. Hoy en día nadie cuestiona la importancia de la inversión extranjera, el valor estratégico de nuestro país y la vocación derivada de ella. De todo esto se ha desarrollado un centro bancario, un centro portuario, una zona libre, un hub aéreo, una sede de multinacionales. En fin un sinnúmero de actividades en franco crecimiento lo cual nos distingue como país. Hoy en día los países desarrollados le han prestado mucha atención a la transparencia tributaria. Están muy atentos a tratar de obtener la mayor cantidad de información financiera de sus nacionales y sus empresas. Con este fin han apuntado a lograr que todos los países del mundo cooperen entre sí para lograr gravar la mayor cantidad de operaciones realizadas por sus propios contribuyentes. En ese afán no han reconocido la diversidad cultural, las razones políticas, los elementos de confidencialidad o el riesgo político o de seguridad de los requeridos. Han ido al extremo de pretender el intercambio de información automática. Un país como el nuestro le resulta muy difícil blindarse antes estas nuevas realidades. Pero no le impide tener un plan para atender esta demanda internacional. No podemos subsistir de las sanciones unilaterales o los motes peyorativos como en ocasiones nos catalogan. Podemos garantizar los derechos fundamentales de las personas y sus patrimonios frente a actos de arbitrariedad y salvaguardar nuestros intereses creando una entidad especializada de carácter judicial y con procesos abreviados que le abra la posibilidad a todos los Estados del mundo a obtener información financiera siempre y cuando cumplan los requerimientos de la Constitución y la Ley Panameña. Podemos garantizarle al mundo sus solicitudes en tiempo expedito siempre que presenten una prueba idónea para el requerimiento o solicitud. De esta forma tomamos la iniciativa y nos evitamos la necesidad de firmar acuerdos bilaterales. Estos requerimientos pueden inclusive ser resueltos en quince días y las solicitudes ser recibidas por distintos medios oficiales. Diseñamos un formulario de la solicitud y establecemos un procedimiento abreviado que salvaguarde los derechos y facilite la información cuando sea oportuna y necesaria para la autoridad solicitante. Hay tanto negocio en el mercado de la legalidad que sería injusto el sacrificio de toda una industria de servicios para proteger a unos cuantos bribones.
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