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Panamá, ejemplo para el mundo

Dr. Eduardo Morgan Jr.

El Ministro de Economía y Finanzas, Alberto Vallarino, presentó en la Convención Bancaria un detalle impactante de nuestra riqueza, la cual  ayudará a impulsar el Plan de Desarrollo Nacional para los próximos años. Destacó el valor de los terrenos en el área del Canal y en otras partes del territorio, la participación en empresas de utilidad pública, y en el futuro desarrollo minero. Panamá, desde la recuperación de su posición geográfica y del Canal,  es un país rico y esta riqueza, bien administrada podría, en pocos años, eliminar la pobreza y convertirnos en el verdadero Singapur de América. Hoy el per cápita de Singapur ronda los $35 mil y el de Panamá $11,400. No hay duda de que en menos de dos décadas de pleno disfrute de nuestra posición geográfica, podríamos alcanzar y hasta superar a Singapur.

El propósito de este artículo es señalar que existen otros ingresos, que si bien son considerables, y su monto impacta en los Presupuestos Nacionales, permanecen invisibles para gran parte de nuestra población. Esta gran riqueza se la debemos a los prohombres panameños quienes, al ver a las ciudades de Panamá y Colón convertidas en guetos, sus puertos usurpados, y el país bloqueado de ambos mares, porque el Gran Imperio monopolizó  también la comunicación interoceánica, tuvieron que buscar alternativas para no quedar aislados del mundo y sentenciados a convertirse en el Haití de la América Central. 

De estos prohombres nace, en 1917, el primer Registro Abierto de Naves que convierte a nuestro país en pionero de la globalización al crear un instrumento que permite un mejor  desarrollo del comercio marítimo haciendo mucho más económica la operación del barco. Hoy somos, por mucho, la primera marina mercante del mundo. Diez años después,   nuestros prohombres crean la Ley 32 de 1927, sobre Sociedades Anónimas y, como complemento esencial a ambas, un sistema fiscal territorial.

Los beneficios económicos para nuestro país, derivados de estos instrumentos, han sido importantísimos y son, quizá, la inversión extranjera más substancial. Además, se trata de  ingresos repetitivos, es decir, se producen año tras año, tanto por nuevos abanderamientos y nuevas sociedades como por la cartera existente de naves ya registradas y  sociedades ya constituidas, que anualmente pagan derechos y tasas al Estado. Para tener una idea de su magnitud, los ingresos por la marina mercante fueron presupuestados en el 2010 en $93 millones y las Tasas de sociedades en $84 millones. La Tasa fue creada en 1977 y hasta el año 2009 ha generado ingresos por $800 millones. Y hay ingresos adicionales tales como los del Registro Público, estimados para este año en $32 millones, Notarías y el ITBMS, entre otros. A todo esto hay que sumarle los ingresos que entran al sector privado por los servicios que se prestan a ambos sectores.  Podemos calcular que nuestras naves y sociedades representan un ingreso total de divisas a nuestra economía de alrededor de B/300 millones  al año. Es como si el país fuera dueño  de un Fondo Fiduciario que a un interés del 3%, representaría un activo de B/10,000 millones. 

Esta enorme riqueza está en la mira del Cartel de la OCDE y de algunos de sus socios principales con el fin de eliminar la competencia que nuestras sociedades anónimas  hacen a sus Corporaciones y LLC. (Compañías de Responsabilidad Limitada, de varios Estados de EE.UU.). El sistema panameño, con su publicidad registral, la participación del abogado como Agente Residente y la obligación de éste de conocer al cliente, es garantía de que quienes abusan del uso de la sociedad panameña para cometer delitos son, indefectiblemente, identificados.  Por esto, Panamá es uno de los contados países cuyas sociedades anónimas  cumplen con las normas del FMI y del  GAFI sobre  lavado de dinero. Esto se puede constatar en la Evaluación Financiera que en el 2006 nos hizo el FMI. De la página 83 de ese informe extraemos lo siguiente: “Dada la especialización  del país como proveedor de servicios de constitución  de sociedades anónimas extraterritoriales, ello constituye (las acciones al portador) una deficiencia significativa  de su régimen ALD/LFT, a menos que haya suficiente evidencia  de que las autoridades judiciales  y de investigación hayan tenido éxito en la identificación  de beneficiarios finales de las sociedades investigadas”. Al respecto, el Procurador General de la Nación, a solicitud de la Asociación de Abogados Internacionales certificó, en nota del 19 de julio,   lo siguiente:

“Cabe señalar , que el sistema  panameño que da publicidad de quienes son los directores, dignatarios y agente residente de cualquier sociedad, mediante el registro público, permite que las autoridades tengan vías para investigar quien es el último beneficiario  de una sociedad anónima en Panamá, aunque se hubiesen emitido acciones al portador. Ejemplo de lo anterior, son los casos en que, a través del agente residente, hemos podido ubicar el último beneficiario de estas empresas, dada la obligación que este tiene de “conocer a su cliente”, en base a lo dispuesto en el Decreto Ejecutivo N. 468 de 8 de septiembre de 1994”.

En pocas palabras, Panamá es un ejemplo al mundo, no solo por su Canal, su sistema financiero sino también por la seriedad de su marina mercante y sus sociedades anónimas, a diferencia de países del cartel de la OCDE, como los Estados Unidos, cuyas LLC son invisibles hasta para el FBI.

4/8/2010

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