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¿Cuánto vale el Canal de Panama?

Eduardo Morgan Jr.

Agosto 2006

En días pasados se hizo público el informe sobre el rendimiento del  Fondo Fiduciario para el Desarrollo, correspondiente al año 2005. De acuerdo con dicho informe el patrimonio del fondo es de B/.1,151,408,927 y este tuvo un rendimiento sobre sus depósitos bancarios a plazo fijo del 3.1668 %, muy superior al correspondiente a agosto 2004 (1.4209%), a lo cual hay que agregar el rendimiento de las inversiones en valores. El dueño de todo este patrimonio, separado de los demás activos del Estado es, por supuesto, el pueblo panameño.

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Carta de la Presidenta del Colegio Nacional de Abogados a la Embajadora de EEUU en respuesta a la carta enviada por ella a la Cámara Americana de Comercio

Fecha: 6 de julio de 2009

De: Lic. Martha López de Martín

Presidenta del Colegio Nacional de Abogados

A: S.E. Barbara Stephenson

Embajadora de los Estados Unidos de América en Panamá

CARTA de CNA a EmbUsa – Jul6-09

Panamá – Lo Mejor está Por Venir por Eduardo Morgan Jr.

Dr. Eduardo Morgan Jr.

Diciembre 2007

No creo que en la historia de Panamá encontremos un crecimiento económico como el que estamos viviendo ahora. Quizá durante los años de la segunda guerra mundial, cuando la población era todavía muy pequeña, pudo darse algo parecido, consecuencia de las muchísimas bases militares que había en todo el país y de los miles de soldados norteamericanos acantonados en Panamá. La diferencia es que ese crecimiento era evidentemente artificial y terminaría al finalizar el conflicto bélico, como efectivamente ocurrió. En cambio, el crecimiento actual es real y, en mi opinión, está apenas en sus inicios y llegará al punto de convertir a Panamá en el país más rico de América.

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Carta Abierta al Excelentísimo Señor Presidente Rafael Correa Delgado

Panamá, 3 de marzo de 2010

Carta Abierta al

Excelentísimo Señor

Rafael Correa Delgado

Presidente de la República del Ecuador

Respetado Presidente Correa:

Los diarios panameños se hicieron amplio eco de su enérgica reacción contra la calificación que la GAFI ha dado al Ecuador, de país no cooperador en materia de lavado de dinero, y de la intención suya de protestar contra esa calificación en la pasada cumbre de Cancún.

De acuerdo con la noticia, que transmite la Agencia EFE, “el jefe de Estado se lamentó de que en la GAFI estén representados tres países latinoamericanos: México, Brasil y Argentina.  <<En lugar de apoyar al Ecuador, son sometidos a lo que decidan las potencias mundiales, haciendo méritos>>, comentó”.

Como panameño entiendo y comparto su indignación por los ataques alevosos de las que usted llama “potencias mundiales” contra su país porque nosotros hemos sido, y seguimos siendo, victimas de calificaciones injustas y absurdas que no persiguen otra cosa que presionar a nuestros países.  En el caso del Ecuador, como usted bien señala, para que mantengan la línea que ellos han trazado contra Irán.  En el caso de Panamá, para que no compitamos contra el cartel de OCDE en negocios financieros internacionales.

Lo paradójico de la situación, señor Presidente, es que su país en lugar de oponerse al juego sucio de la OCDE le ha aplicado a Panamá, un país hermano, la calificación injustificada de Paraíso Fiscal y,  lo que es más grave aún, lo ha incluido en una lista discriminatoria. En efecto, una resolución del Servicio de Rentas Internas del Ecuador, promulgada durante su gobierno, dice textualmente: “serán jurisdicciones de menor imposición y paraísos fiscales, aquellos que señale el Servicio de Rentas Internas, pudiendo basarse para ello en la información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE y el Grupo de Acción Financiera Internacional GAFI”.

Es decir, usted como Jefe de Estado del Ecuador, ha reconocido la primacía  de esas organizaciones para calificar a nuestros países, dentro de grupo no cooperadores. En el caso del Ecuador para evitar el lavado de dinero, y en el caso de Panamá, como Paraíso Fiscal. O sea, señor Presidente, su gobierno ha incluido al Ecuador en el mismo grupo de  México, Brasil y Argentina, miembros del GAFI, a los que critica.

Panamá, señor Presidente, no es un Paraíso Fiscal, ni según los parámetros de la OCDE, ni según la sana lógica. El sistema fiscal panameño no distingue en materia tributaria entre nacionales y extranjeros. Es decir, no tenemos leyes especiales para atraer extranjeros a invertir en Panamá. Nuestras leyes obligan a los Bancos a conocer al cliente y documentar esa información, y tenemos normas estrictas para evitar el lavado de dinero. Nuestras personas jurídicas (sociedades, fideicomisos, fundaciones de interés privado)  solamente pueden ser constituidas por abogados y estos tienen la obligación de conocer al cliente. A diferencia de Panamá, muchos países del cartel de la OCDE sí son paraísos fiscales.

Usted, reconocido economista y egresado de prestigiosa universidad de EE.UU., sabe que en este país los extranjeros, a diferencia de sus nacionales,  no pagan impuesto por inversiones pasivas, incluyendo intereses por depósitos bancarios, y que no dan información a ningún país (con la excepción de Canadá), sobre esos depósitos, y que utilizan  mecanismos legales para que  los inversionistas extranjeros gocen de un anonimato total (el Qualified Intermediary Agreement). Pero por supuesto, ni EE.UU. ni los otros países miembros de la OCDE,  están en la lista de Paraísos Fiscales de ese  Cartel y por esta razón tampoco están en la lista del Ecuador. Esto significa que los ciudadanos ecuatorianos pueden seguir depositando sus dineros en EE.UU., Inglaterra y otros países, contando con el apoyo de la banca de esos países para guardar su anonimato, sin que eso le preocupe a su gobierno.

Ecuador y Panamá son países hermanos, con  una relación que va más allá de ser, ambos, latinoamericanos. Esto, señor Presidente, y el hecho cierto de que no somos Paraíso Fiscal, estoy seguro lo moverá a eliminar a Panamá de esa lista discriminatoria que tanto asombro y decepción ha causado a los panameños. 

Atentamente,

Eduardo Morgan Jr.

Ex Embajador de Panamá en Washington

Entrevista Capital Financiero – Control del Lavado de dinero en Panama

Agosto 2008

Buenas tardes señor Morgan,

Le saluda la periodista Mileika Lasso del semanario Capital Financiero. Actualmente estoy escribiendo sobre el control del lavado del dinero en comparación a la región y me gustaría contar con su opinión sobre el tema de ser posible antes de este jueves 6 de agosto.

– Panamá en los últimos años se ha convertido en un destino en donde diversos proyectos, infraestructuras, negocios de diversos tipos han dado pie al lavado del dinero qué nos podría usted indicar al respecto.

– Nos podría cuantificar o estimar cuánto dinero se ha lavado en el país en los últimos meses, o durante el 2008.

– Hay nuevos mecanismos que se están aplicando para controlar, vigilar y evitar este tipo de negocio ilícito. De ser así nos los podría explicar.

– Se ha detectado en los últimos meses casos sobre lavado de dinero.

– En qué tipo de negocios es más común ver que se de está práctica.

– Qué está haciendo la sociedad para evitar el lavado de activos.

Saludos y en espera de su respuesta,

RESPUESTA DEL DOCTOR EDUARDO MORGAN JR. – 4/8/2009

Me encuentro fuera de la ciudad por lo que me es imposible contestar a fondo tus interrogantes. Te recomiendo contactar a Mario de Diego, Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Bancaria que te podrá dar información de primera mano sobre el tema, y también al director de la UAF.

Lo que si te puedo aseverar es que en Panamá no tenemos un “problema” de lavado de dinero. Esta es una especie calumniosa que resurge cada vez que tenemos algún tema pendiente con Estados Unidos y la divulgación sistemática y deliberada la hacen sectores interesados en hacernos daño para obligarnos a tomar medidas que afecten nuestra competitividad en el sector financiero. Ahora mismo están con el tema de las acciones al portador y la firma de un tratado de información fiscal, que algunos Congresistas han puesto como condición para aprobar el TPC. Por ello lanzan este tipo de acusaciones.

Desde hace ya varios años Panamá tiene reglas relativas al movimiento de dinero efectivo, apertura de cuentas bancarias, constitución de sociedades anónimas, compras en la Zona Libre de Colón, controles en el Aeropuerto de Tocumen y demás entradas fronterizas al país. Estas reglas dificultan, con bastante eficacia, que los dineros producto de delitos sean transformados o blanqueados aquí. Contamos, además, con la Unidad de Análisis Financiero (UAF) que se ocupa de investigar todo lo relativo a transacciones que pueden dar lugar a blanqueo, y hay entes supervisores, como la Superintendencia Bancaria, que supervisa a los bancos de una manera ejemplar. Agencias internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), califican como excelente nuestros controles para evitar el mal uso de nuestro Centro Financiero y de Servicios.

Con relación a las Sociedades Anónimas y las acciones al portador, se pierde de vista que lo que interesa para evitar el mal uso de aquellas, es que los responsables puedan ser identificados. Nuestro sistema permite que estos puedan ser ubicados. Comparar nuestros mecanismos de control, por ejemplo, con el sistema norteamericano, confirma esta aseveración. En efecto, en Panamá, ES OBLIGATORIA LA PARTICIPACIÓN DE UN ABOGADO EN LA CONSTITUCIÓN DE UNA SOCIEDAD ANÓNIMA O DE UNA FUNDACION DE INTERÉS PRIVADO. Mientras, que en EEUU el interesado puede hacerlo directamente, y si usa un agente, éste no requiere ninguna cualificación para dedicarse al negocio de intermediario para la formación de corporaciones o LLC (Limited Liability Company). El Pacto Social en Panamá tiene que hacerse por Escritura Pública y luego inscribirse en el REGISTRO PÚBLICO. Allí debe constar, necesariamente, el nombre y la dirección, tanto del Agente Residente (abogado) y, como mínimo, de tres Directores. En EEUU lo que el Registro del Estado (cada estado tiene sus propias leyes) exige es el nombre de la sociedad y la dirección del Agente para los efectos del cobro. Lo mas importante, EN PANAMÁ EL ABOGADO TIENE LA OBLIGACION LEGAL DE TENER LA IDENTIDAD DEL QUE LE PIDE LA SOCIEDAD Y NO PUEDE ALEGAR EL SECRETO PROFESIONAL EN CASO DE UNA INVESTIGACIÓN JUDICIAL. En EEUU, en ninguno de los 50 Estados, se exige la IDENTIDAD del que está detrás de la sociedad. Esto permite que las LLC norteamericanas se estén usando para toda clase de delitos, incluyendo evasión de impuestos en ese país, sin que ni el FBI ni otras Agencias de investigación criminal puedan dar con el paradero de los delincuentes y, lo que es más grave, en innumerables ocasiones el Departamento de Justicia no ha podido evacuar peticiones de asistencia de otros países. El asunto es tan grave para el gobierno de EEUU que actualmente se está discutiendo en el Senado cómo obligar a los Estados a identificar a los que hacen LLC. El problema es que hacer sociedades se ha convertido en un lucrativo negocio para los Estados. Para Delaware representa el 22% de su presupuesto. (Te adjunto documentos al respecto).

El éxito de Panamá es la seguridad jurídica que ofrece a los usuarios de nuestras sociedades, seguridad que no es para ocultar delincuentes, sino para facilitar los negocios a empresarios e individuos honestos. El delincuente no busca, para ocultar sus fechorías, una sociedad panameña y mucho menos cuando le es mas barato y seguro utilizar sociedades de Estados en donde ni el FBI, con toda su capacidad técnica, los pueda ubicar.

Como ejemplo está nuestra Marina Mercante, la número uno en el mundo, con el 20% del total de la flota mundial. ¿Se ha preguntado alguien los billones de dólares en títulos de NAVES y de hipotecas navales que custodia nuestro Registro Público? Por tan bien ganado prestigio estamos obligados a seguir siendo responsables y no cambiar leyes a la ligera sobre todo si los argumentos que esgrimen para forzarnos a hacerlo no son legítimos. Por último los que nos critican nunca han logrado producir una lista de sociedades panameñas envueltas en delitos CUYOS RESPONSABLES NO SE HAYAN PODIDO UBICAR. Por eso, en la revista The Economist, apareció nuestro país en una lista dorada de países en los que no se pudieron abrir cuentas bancarias ni formar sociedades anónimas a menos que los interesados se identificaran plenamente.

Un saludo cordial,

Eduardo Morgan Jr.

Panamá ante el Mundo

Aristides Royo

Diciembre 2009

El tema que había escogido para esta reunión eran los Derechos Humanos, en los que puedan ser invocados por el Grupo Morgan y Morgan ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. No obstante, la circunstancia de que los panameños estemos celebrando el mes de la patria, me ha hecho reconsiderar tal exposición  y por ello deseo hacer algunas reflexiones  sobre el papel de Panamá ante el mundo debido a su historia vinculada con su posición geográfica y el quehacer de sus habitantes.

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Conferencia Sobre Diciembre 20 1989

Invitación de la Universidad de Panamá en el contexto del Ier Foro Universitario:  «Consecuencias e implicaciones de la invasión del 20 de diciembre de 1989: Aspectos históricos, económicos y políticos».

Eduardo Morgan Jr.

Diciembre 2009

Dentro de 10 días, el 20 de Diciembre, recordaremos el vigésimo aniversario de la cruenta y dolorosa intervención armada de Estados Unidos, y este mismo mes, el 31, celebraremos una década  de ser un país totalmente independiente, dueños de nuestra riqueza y libres de bases militares extranjeras.

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Artículo sobre drogas – Una lucha desigual

Actualidad A propósito de las bases aeronavales y el combate al Narcotráfico

Eduardo Morgan Jr.

Diciembre, 2009

Ante el fracaso que enfrentan en su guerra interna, los estrategas de esa guerra cometen el error de tratar de ganarla primordialmente fuera de sus fronteras intensificando el objetivo triple de la erradicación de los cultivos, la destrucción de la infraestructura del transporte de las drogas ilícitas, y la ubicación y confiscación de las ganancias mal habidas.

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DESMONTANDO FALACIAS SOBRE ACCIONES AL PORTADOR

Panamá se convirtió, desde muy temprano, en pionera de la globalización de la economía mundial. Su registro de naves data de 1917 y su ley de sociedades anónimas, de 1927. El primero, permitió que el negocio marítimo se desarrollara mediante una bandera que no discriminaba ni por la nacionalidad de los propietarios, ni de la tripulación. La segunda, contribuyó a que personas y empresas de diversas nacionalidades hicieran negocios en diferentes países mediante la utilización de una sociedad neutral. A esto se agregaba una ley fiscal de impuesto puramente territorial. Ambos instrumentos han tenido un éxito notable: hoy en día el 20% de la flota mercante mundial ondea la bandera panameña y en casi todos los negocios internacionales importantes tienen en su estructura jurídica una corporación panameña.

Este resultado no es producto sólo de las leyes sino, también, de la forma responsable y profesional con que Panamá ha manejado ambas instituciones, tanto por parte del sector gobierno (Autoridad Marítima, Consulados, Registro Público), como del sector privado, (principalmente abogados). El auge de la globalización dio inicio a una competencia feroz por parte de otros países y de jurisdicciones (principalmente Colonias de países de la OCDE y también estados de EE.UU.) para apoderarse del negocio que generan estas actividades. Así surgieron banderas como las de Liberia e Islas Marshall, que en realidad son empresas manejadas por intereses norteamericanos, y sociedades como las IBC, creadas por abogados ingleses y norteamericanos en jurisdicciones del Caribe, amén de las LLC (Limited Liability Companies) de varios Estados norteamericanos, principalmente Delaware, que hoy en día genera el 22% de su presupuesto con este negocio.

La OCDE y EE.UU. pretenden que Panamá modifique su ley de sociedades anónimas para eliminar o “depositar en custodia” las acciones al portador, con la excusa de que las mismas se prestan para ocultar delincuentes. Pasan por alto, deliberadamente, que el sistema panameño está estructurado en tal forma que facilita que éstos puedan ser ubicados.

Comparar nuestros mecanismos de control, por ejemplo, con el sistema norteamericano, confirma esta aseveración. En efecto, mientras en Panamá, es obligatoria la participación de un abogado en la constitución de una sociedad anónima, en EE.UU. el interesado puede hacerlo directamente, y si utiliza un agente, éste no requiere ninguna cualificación para dedicarse al negocio de intermediario en la formación de corporaciones o LLC (Limited Liability Company). En Panamá, el Pacto Social debe hacerse por Escritura Pública que se inscribe en el Registro Público donde deben constar, necesariamente, el nombre y la dirección, tanto del Agente Residente (abogado) y, como mínimo, de tres Directores. En EE.UU. lo que el Registro del Estado exige (cada estado tiene sus propias leyes), es el nombre de la sociedad y la dirección del Agente para los efectos del cobro. Además, en Panamá el abogado tiene la obligación legal de obtener la identidad del que pide la sociedad, y no puede ampararse en el secreto profesional en caso de una investigación.

En ninguno de los 50 Estados norteamericanos se exige la identidad del que está detrás de la sociedad, lo que permite que las LLC se usen para toda clase de delitos, incluyendo evasión de impuestos en ese país, sin que el FBI u otras agencias de investigación criminal puedan dar con el paradero de los delincuentes. Más grave aún es que, por esa razón, en innumerables casos el Departamento de Justicia no ha podido evacuar peticiones de asistencia de otros países. Esta falla es tan preocupante, que el Senado norteamericano está actualmente discutiendo cómo obligar a los Estados a identificar a los que crean las LLC. Crear sociedades es un negocio que genera altos ingresos (caso Delaware), por lo que regularlas ha encontrado severa resistencia.

El éxito de Panamá es la seguridad jurídica que ofrece a los usuarios de nuestras sociedades, que no es para ocultar delincuentes, sino para facilitar los negocios a empresarios e individuos honestos. El delincuente no busca, para ocultar sus fechorías, una sociedad panameña y, mucho menos, cuando le resulta más económico y seguro utilizar sociedades de Estados en donde ni el FBI, con toda su capacidad técnica, los puede ubicar.

Nuestra ley permite que la sociedad pueda tener acciones nominativas y acciones al portador y también, que el Pacto Social contenga una prohibición para la emisión de estas. Muchos bancos exigen que las sociedades que contratan con ellos tengan esa prohibición. También en muchas actividades reguladas, los gobiernos las prohíben, como es el caso de las licencias bancarias. No obstante, lo que está mal es que la OCDE exija la modificación de leyes para prohibirlas, cuando 18 de sus 30 socios las tienen y es una falacia, como hemos visto, sostener que con esa medida se evita que los delincuentes se escondan detrás de ellas.

Por último, los que nos critican nunca han logrado mostrar una lista de sociedades panameñas envueltas en delitos cuyos responsables no se han podido identificar. Por eso, la reputada revista The Economist incluye a Panamá en la lista “dorada” de países en los que no se pueden abrir cuentas bancarias, ni formar sociedades anónimas sin la identificación, comprobada, de los interesados.

20/08/09

LA LECCIÓN DE OBAMA

LA LECCIÓN DE OBAMA

Eduardo Morgan Jr.

La elección de Barack Obama ha mostrado al mundo que el pueblo norteamericano ha dado un paso más hacia su perfeccionamiento como una gran nación. Estados Unidos, rico en recursos naturales, ha sabido explotar esa riqueza, gracias a la existencia de un pueblo educado que muy temprano en su historia entendió que invertir en educación era la forma de hacerse grande. Esa educación, fomentar la pasión por aprender, por ampliar los conocimientos, ha dado sus frutos para los que habitan en ese país privilegiado, y para el resto de la humanidad. Son incontables los inventos y los descubrimientos en el campo de las ciencias y las artes, originados en EEUU, de los que nos hemos beneficiado los que habitamos este planeta. Son destacables sus triunfos en aviación, agricultura, medicina (la vacuna contra el polio, entre muchos). Vienen a mi memoria las comunicaciones por satélite que EEUU puso a disposición de todos los países (creando la organización internacional, INTELSAT). Y tal vez la más impactante de todas las tecnologías, la que unifica el mundo: el INTERNET, que elimina fronteras y distancias, y ofrece un universo de información casi ilimitada.

Las teorías políticas son otro campo en donde los pensadores norteamericanos han contribuido al desarrollo humano. Su sistema democrático está en constante perfeccionamiento. Y esta democracia no solo es teoría, sino aplicación práctica. “El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, palabras pronunciadas por Abraham Lincoln en Gettysburg, encierra todo un contenido filosófico de elecciones libres, y de gobierno democrático y responsable ante los ciudadanos.

Las joyas de su cultura, sus grandes instituciones educativas. Harvard, Yale, Stanford, MIT, Columbia, Georgetown, por mencionar algunas, educan a la elite de ese pueblo. De allí salen sus científicos y líderes políticos más destacados; allí se forman extraordinarios administradores públicos, abogados, ingenieros, y otros profesionales. Son reputadas instituciones abiertas a todos los norteamericanos (y a no pocos extranjeros) en las que no importa el nivel social, racial o económico.

Barack Obama es producto de ese sistema. Su gran inteligencia y personalidad le permitió educarse primero en Columbia, y luego en la escuela de leyes de Harvard. Es el primer negro, o afro-americano, como se auto-identifican, que fue editor de la Revista de Leyes de Harvard. Educarse en esta universidad, y la distinción en la dirección de la citada revista, conduce a las grandes ligas del Derecho. Sin duda, Barack Obama es un hombre excepcional, que tal vez no hubiera llegado donde ha llegado de haber carecido de la sólida educación que, hasta hace unos años, se les negaba a los negros; desde la escuela primaria recibían una educación deficiente y discriminante, razón por la cual la lucha por los derechos civiles fijó como objetivo acabar con esta diferencia. El proceso fue largo. A la abolición de la esclavitud, siguió la segregación racial. En Panamá la vivimos en la antigua Zona del Canal; las escuelas y otros servicios estaban segregados, y la calidad educativa para los “no blancos” era pobrísima. No fue hasta el tratado Remón-Eisenhower que el gobierno norteamericano se comprometió a eliminarla (los “zonian” le dieron la vuelta y crearon “escuelas latinoamericanas” para no integrarlas).

La lucha de Martin Luther King y otros prohombres de los derechos civiles se centró en la integración de la educación. Que los negros fueran aceptados en las escuelas de los blancos, aún cuando éstas estuvieran en otros barrios, fue lucha durísima. Al fin, ese gran líder de los derechos civiles, el Presidente Lyndon Johnson, forzó la integración con el famoso busing, el traslado de estudiantes negros a los barrios blancos y viceversa. Fue la educación, la que empezó a derribar en la sociedad norteamericana los muros absurdos de la segregación, y a borrar el color de la piel, como referencia de valor. Se produce, entonces, el verdadero y final melting pot. Es esta nueva sociedad, liderada por el hombre extraordinario que mezcló, finalmente, los ingredientes, la que enfrentará los retos que el nuevo milenio presenta a la humanidad. Serán nuevos ojos los que verán que la codicia y la inmoralidad no deben ser el norte del capitalismo; que ser el más fuerte no da derecho a subyugar al más débil; que hay que desenmascarar a los señores de la guerra, y recordar la advertencia de Dwight Eisenhower, de que el gran peligro de los EEUU era el Sector Industrial Militar (the Indusrial Military Complex). Estos son los que crean y azuzan los conflictos para justificar un presupuesto de Defensa que es más grande que la suma de los presupuestos de defensa del resto de los países del globo juntos. En fin, veremos un país renovado, que volverá a respetar a las Naciones Unidas, creación de Franklin Delano Roosevelt, instrumento idóneo para preservar la paz y reparar todo el daño que hizo el gobierno de Bush al pueblo norteamericano y a la humanidad. ¿Qué debemos aprender, los panameños, del ejemplo de Obama? Que la educación es la clave de la prosperidad de un pueblo, y de la superación del ser humano.

10-1-2009