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Entrevista con el Dr. Eduardo Morgan, sobre la posición de Panamá ante los requerimientos de la OCDE

  1. Ud. es un conocedor sobre el tema de la inclusión de Panamá en listas negras de la OCDE y en listas grises de países miembros de OCDE, ¿qué nos puede informar de la situación actual en este tema?

    RESPUESTA:
    La OCDE no es una organización internacional como, por ejemplo, el FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (FMI). Es en realidad un Cartel de 30 países ricos, liderados por Estados Unidos, (quien paga el 25% de su presupuesto) y cuya finalidad, entre otras, es evitarle a sus socios la competencia, en materia financiera, de países emergentes. En un principio sus ataques a los que ellos denominaban centros financieros “off-shore” los fundamentaban en la poca supervisión que esos países tenían sobre su sistema bancario y financiero para evitar, entre otras cosas, el lavado de dinero. Al demostrarles el FMI que eso no era cierto porque la supervisión en esos países era igual o mejor que en la de los miembros de su Cartel, variaron la estrategia y entonces los acusaron de ser Paraísos Fiscales nocivos, y empezaron con amenazas para obligarlos a dar la información fiscal que les pidieran sus socios. La tesis es que esos países tienen leyes fiscales que ayudan a los contribuyentes de su Cartel a burlar sus impuestos. De allí vienen las listas negras, las grises y las semigrises.
    El gran problema que tiene la OCDE, y ya se lo están empezando a reclamar algunas organizaciones y países, es que su principal miembro, Estados Unidos es, sin que quepa la menor duda, el Paraíso Fiscal por excelencia, con el agravante, para la OCDE, de que no da información a terceros países de los miles de millones de dólares invertidos por los extranjeros en su economía. Es decir, es UN PARAISO FISCAL NO TRANSPARENTE
    La OCDE tiene a Panamá en una lista gris, lo que significa que somos un país que si bien se ha comprometido a cambiar sus leyes para dar información fiscal a terceros países, todavía no ha hecho efectiva su promesa. Panamá, desde un inicio, creo que en el 2002 se sumó a los países que estaban dispuestos a seguir las directrices de la OCDE, pero dentro de lo que se conoció como el LEVEL PLAYING FIELD, es decir, que las reglas fueran iguales para todos. Al no conseguir la OCDE que Estados Unidos aceptara dar información a terceros, todo este andamiaje se le vino abajo y empezó entonces a utilizar el lenguaje de la fuerza: “Lo haces porque yo lo digo”, con la amenaza de sanciones. Estas sanciones no las puede imponer la OCDE porque no es, como por ejemplo, las Naciones Unidas, una verdadera organización internacional que, a través de su Consejo de Seguridad si lo puede hacer cuando sea necesario para preservar la paz y la seguridad en el mundo. No así la OCDE que solamente puede recomendar a sus miembros tomar medidas. De los países de la OCDE nos tienen en listas negras sólo México y España. Los otros países: Argentina, Brasil, Ecuador lo han hecho sin ser miembros de la OCDE pero tomando en cuenta la calificación de Paraíso Fiscal que nos atribuyó esta.

  2. ¿Cuál es su opinión sobre esta decisión de la OCDE respecto a Panamá?

    Repito, la OCDE no es una organización internacional per se y mucho menos puede imponer sanciones. En el caso de Panamá no tiene ninguna razón porque Panamá no es un Paraíso Fiscal, según las propias reglas de la OCDE Somos, eso sí, un Centro Financiero muy bien regulado y con muy buenas notas en los exámenes que periódicamente nos hace el FMI. Nuestro problema radica en que nuestro país, como Centro Financiero Regional (América Latina) compite con Miami y New York y que Estados Unidos es el líder del Cartel de la OCDE

  3. ¿Tiene Ud. conocimiento de la estrategia del Gobierno Nacional para que el país esté fuera de estas listas? De responder positivo ¿cuál es?

    Hasta donde tengo entendido nuestro gobierno ha decidido parársele firme a la OCDE en el sentido de que Panamá no firmará los ignominiosos tratados de información fiscal. Estos consisten, ni más ni menos, en la claudicación de la soberanía fiscal ante terceros. Esta ha sido una presión constante de EEUU; desde que la pidieron por primera vez por allá por los años 80 Panamá se ha negado reiteradamente a complacerlos por el impacto negativo que ello tendría sobre nuestra condición de país independiente y por razón del daño que le harían a nuestro centro financiero. Ahora lo están poniendo como condición para considerar firmar el TPC con Panamá. Nuestro gobierno, y en esto hay que felicitar al ministro Alberto Vallarino, del MEF, ha dicho que sólo firmará Tratados para evitar la Doble Tributación y que lo hará con países que nos interesan por tener inversiones en Panamá o con los cuales a Panamá le interese estrechar lazos económicos.

  4. ¿Cuál es su opinión sobre esa estrategia?

    Es una estrategia correcta. Primero, no arrodillarse ante la OCDE, y correr a celebrar 12 Tratados de intercambio de información, como lo han hecho las colonias y los protectorados de países de la OCDE; y segundo, porque un tratado de doble tributación con un país que tenga inversiones en Panamá es muy positivo para el inversionista extranjero ya que le da seguridad de que los impuestos que paga en Panamá le serán reconocidos en su país de origen.

  5. ¿Es cierto que algunos de los llamados paraísos fiscales están llevando una arremetida contra las pretensiones de OCDE y por ello han estado firmando tratados, por su cuenta, con algunas economías no vinculadas a OCDE?

    Así es, como expresé en mi respuesta a la pregunta anterior. En el fondo todo esto no es más que una burla cruel y demuestra la ridiculez en que han caído la OCDE y sus socios. No saben qué hacer para desviar la atención de la enorme crisis mundial que está sufriendo la humanidad por las políticas equivocadas de los países líderes de la OCDE en el campo financiero.

  6. Hay quienes critican a países miembros de OCDE como España, ya que algunas de sus empresas privadas hacen o pretenden hacer negocios con la Autoridad del Canal de Panamá, al tiempo que concuerdan con OCDE en las presiones contra nuestro país, ¿esto es cierto? ¿Cuál es su opinión?

    La culpa de esto la tiene el gobierno anterior que no aplicó la Ley de Retorsión y tampoco demandó a esos países ante la OMC. Todas esas discriminaciones contra Panamá no solo son infundadas sino que violan las reglas de la Organización Internacional de Comercio. La ley de Retorsión permite medidas recíprocas, es decir, el “Ojo por ojo, diente por diente”. Si en México o España le ponen impuestos o tasas especiales a remesas a Panamá, nosotros le podemos pagar con la misma moneda. Así, de las remesas de las empresas españolas y mejicanas, que son muchas y muy poderosas se retendría el mismo porcentaje que ellos nos retienen a nosotros. También la ley permite la retorsión propiamente, tal como sería el no permitir a empresas de esos países participar en contratos gubernamentales en Panamá, incluyendo los relativos a la ampliación del Canal. Estoy seguro de que de haberla aplicado, hoy no estaríamos en ninguna lista negra y nos respetarían más como país. Es reconfortante que en el Plan de Gobierno del gobierno actual está la aplicación de la Ley de Retorsión. Panamá es un verdadero país, con una verdadera economía, que incluye un Centro Financiero regional muy reputado. No somos una islita del caribe que se dedica a servir de puente para que los países de la OCDE las usen de como vía para evadir impuestos.

  7. ¿Cómo ve el futuro de esta Organización? ¿Podrá seguir ejerciendo presión sobre economías como la panameña?

    Lo que ellos tienen es una guerra de nervios para asustarnos y que nos les arrodillemos.

    Si nos paramos firmes y no les hacemos caso y le aplicamos nuestras leyes a los países que nos discriminan, y los demandamos ante la OMC no nos pasará nada. No olvidemos que la OCDE no pone sanciones sino recomienda a sus miembros que las impongan a países que ellos consideran Paraísos Fiscales no cooperadores. Su gran problema, y ya se lo están recordando con frecuencia, tanto países como diarios internacionales importantes es que su principal socio, Estados Unidos es el Paraíso Fiscal por excelencia y el menos cooperador. Solo da información fiscal a Canadá.

  8. ¿Qué mensaje enviaría Ud. al Gobierno Nacional para el tratamiento de este tema?

    Que apliquen desde ya la Ley de Retorsión; que sigan con la política de los Tratados de Doble Tributación; que no le sigan el juego a la OCDE y que no olviden que gracias a que nos portamos como un país digno, pudimos lograr nuestra total independencia frente al país más poderoso de la Tierra. La Dignidad no la podemos perder ni por un TPC.

Gracias,

Eva

LA DOBLE MORAL DE LA OCDE Y LOS CENTROS FINANCIEROS OFFSHORE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es un cartel formado por Australia, Austria, Bélgica, Canadá, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Corea, Luxemburgo, México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, República Eslovaca, España, Suecia, Suiza, Turquía, Inglaterra y Estados Unidos. Como se aprecia, es, fundamentalmente, un club de países ricos, que incluye a los siete miembros del G7 los que, a su vez, son los creadores de organizaciones tales como el Foro de Estabilidad Financiera y el Grupo de Acción Financiera (GAFI), y con un peso decisivo en las organizaciones económicas de las Naciones Unidas.

La génesis de las llamadas “listas negras” se encuentra en documentos de la propia OCDE, en los que se aprecia que éstas nacen como una reacción de sus socios a la competencia lícita que países y jurisdicciones pequeñas, ayudados por la revolución tecnológica, empezaron a hacerle a los centros financieros tradicionales, principalmente Inglaterra y Estados Unidos. Ante el temor de la competencia, los cerebros de la OCDE diseñaron estrategias, que sólo pueden ser calificadas como maquiavélicas, dirigidas a eliminar totalmente la viabilidad de los nacientes centros financieros. Con tal fin, se valieron de todos los recursos imaginables, sin importarles su moralidad, entre ellos la fabricación de falacias y toda suerte de triquiñuelas para obstaculizar y desprestigiar a sus nuevos competidores. Estos planes, diseñados en la década del 70, se mantuvieron en secreto hasta el año 2000, cuando el Comité de Asuntos Fiscales de la OCDE decidió hacerlos públicos en un documento llamado MEJORANDO EL ACCESO A LA INFORMACIÓN BANCARIA, el cual puede ser consultado en el sitio de la OCDE en la INTERNET (www.oecd.org). La confesión del complot se encuentra plasmada especialmente en los párrafos 36, 37 y 38 de ese extenso documento. Allí expresan, con todo el descaro que les da su prepotencia, que la liberalización de los mercados financieros fue promovida por ellos como una “respuesta a la amenaza a los mercados financieros por parte de los centros financieros offshore. Estos centros, en las décadas 60 y 70 lograron atraer instituciones financieras extranjeras ofreciéndoles sistemas bancarios con regulaciones mínimas y con impuestos reducidos, en un momento en que los avances tecnológicos los hacían de fácil acceso. Como los flujos de capital a los centros financieros offshore amenazaban con afectar los mercados financieros tradicionales, se emprendieron una serie de reformas para nivelar la competencia entre los mercados financieros onshore y offshore. Los controles de cambio fueron eliminados. Algunos países establecieron mercados para competir directamente con los centros financieros offshore. Sumado a esto, se tomaron medidas para armonizar globalmente el marco normativo de los mercados financieros.”(36) En el párrafo 38 reconocen que si bien la “liberalización de los mercados financieros ha incrementado el crecimiento económico también ha facilitado nuevas oportunidades para no cumplir con las leyes impositivas” dándole a las personas naturales y jurídicas acceso, a costos reducidos, a sistemas bancarios alrededor del mundo para efectuar transacciones legales e ilegales y para acceder también a jurisdicciones que limitan el acceso a la información bancaria para propósitos de impuestos. Y agregan “También ha hecho más difícil a los Administradores de Impuestos, detectar los incumplimientos a menos que exista un adecuado intercambio de información con las administraciones de que se trate”.

El plan tenía dos etapas. En primer lugar, competir en términos de igualdad, para lo cual crearon la banca internacional en EEUU y en casi todos los centros financieros europeos, con las mismas condiciones y ventajas que ofrece la ley panameña a los Bancos de Licencia Internacional -cero impuesto en operaciones internacionales y para los depositantes extranjeros-. Pero esto no era suficiente. Había que liquidar esos centros financieros “offshore” y nada mejor ni más fácil que dañarles su reputación y dificultarles el hacer negocios. De aquí nacen las listas negras, las cuales se originan en EEUU con la tristemente célebre CERTIFICACIÓN ANUAL a los países, con la excusa de la lucha mundial contra el tráfico de drogas y el lavado de dinero proveniente del mismo. Así, en 1996 y en 1997, acusan a Panamá de que en la Zona Libre de Colón se lavaban DIEZ MIL MILLONES DE DÓLARES de la droga. Así, olímpicamente y sin ningún sonrojo nos acusaban en un documento oficial y de circulación mundial de algo que no solo era una gran mentira sino un absurdo total, como se les demostró con el mero hecho de que en ese tiempo el PIB total de Panamá era de 7mil millones y el negocio de la Zona Libre no llegaba ni cerca de esa cifra. Aparte de las acusaciones a la Zona Libre también criticaban el Centro Financiero y el sistema de sociedades anónimas panameñas, alegando que el uno y el otro se prestaban para transacciones ilícitas.

Comoquiera que inmediatamente surgieron críticas a la unilateralidad de la CERTIFICACIÓN, decidieron entonces atacarnos por medio del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) creado por el comité ejecutivo de la OCDE, que conforman el Grupo de los 7. Y el GAFI crea sus listas negras de países no cooperadores en asuntos de lavado de dinero e incluye a Panamá, a pesar de que nuestro país era pionero en el establecimiento de controles para evitar el lavado de dinero en los bancos (el primer país de América Latina en reglamentar la obligación de conocer al cliente y en contar con una Unidad de Análisis Financiero [UAF] independiente) así como también lo era en el control de las sociedades anónimas (a diferencia de EEUU en Panamá solo los abogados pueden organizar sociedades y tienen, también, la obligación de conocer a su cliente). A pesar de ello, repetimos, y sin ninguna justificación, la GAFI nos incluyó en su lista discriminatoria alegando que a nuestras leyes les faltaba incluir el lavado como delito autónomo. Y esto lo hicieron a pesar de que en los últimos 10 años no había habido en nuestro país ningún caso escandaloso de lavado de dinero, los que sí se habían dado en los bancos de países de la OCDE. (Recordemos los escándalos de Raúl Salinas de Gortari, Benizar Buttho, Sani Abacha, los 7 mil millones de la mafia rusa y, últimamente, los del notorio Vladimiro Montesinos, que se descubrieron en bancos de Miami, Suiza, Londres y Nueva York). Rápidamente y con la más amplia colaboración de la sociedad civil, el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa aprobaron las nuevas leyes y reglamentos que nos exigían por lo que no tuvieron más remedio que sacarnos de esa lista.

Pero los ataques no cesaron y seguidamente nos incluyeron en una nueva lista, que elaboró ya el mismo Club de los Países Ricos, la OCDE, con el sonoro nombre de PARAÍSOS FISCALES NO COLABORADORES. No les importó que comprobáramos que Panamá no tenía ninguna de las características que ellos atribuían a los paraísos fiscales y que el sistema territorial de impuesto era perfectamente legítimo. Ellos PERCIBÍAN, repetimos, PERCIBÍAN que éramos un paraíso fiscal y eso les bastaba. Ante la escandalosa realidad de que muchos de sus miembros, sino todos, eran abiertamente paraísos fiscales y los Estados Unidos el más grande, dijeron que la diferencia con nosotros era que ellos sí eran colaboradores en el suministro de información; que antes de cierta fecha teníamos que cambiar nuestras leyes y, además, firmar con cuanto país nos lo solicitara tratados de intercambio de información fiscal y de transparencia sobre nuestros bancos, sociedades anónimas y los demás componentes de nuestra economía de servicios. Como es bien sabido, sin privacidad, sin confidencialidad no puede existir, no digamos un centro de servicios internacionales, sino ningún tipo de actividad comercial.

En pocas palabras, el fracaso de la conspiración que idearon a principio de los años 70 para destruirnos y evitar que les pudiéramos hacer competencia en los servicios internacionales los ha mantenido en estado de alerta permanente. Ellos saben que Panamá tiene todos los componentes para convertirse en el Centro de Servicios por excelencia: un Canal por el que se mueve el 4% del comercio mundial; los mejores puertos en ambos mares; la Zona Franca por excelencia del continente; un Centro Financiero Regional, regulado con apego a las mejores normas internacionales; el dólar como moneda; un sistema fiscal de impuesto territorial; las mejores comunicaciones internacionales; un eje aéreo de primera; una democracia y una seguridad política cimentada en tres elecciones ejemplares, pero sobre todas las cosas, un componente humano capaz, eficiente y con una profesionalidad comprobada y reconocida.

Los intentos de la OCDE se vieron frustrados ante el trato igualitario exigido por los países calificados como Paraísos Fiscales (entre ellos, por supuesto, Panamá), lo que se conoció con su nombre en el idioma inglés: el Level Playing Field. Es decir, que los Centros Financieros afectados se opusieron a dar información fiscal al menos que todos los centros financieros así lo hicieran, incluyendo países miembros de la OCDE, tales como Suiza, Luxemburgo, Bélgica y Estados Unidos.

Esta resultó una tarea imposible para la OCDE y entonces empezaron con el argumento de la cooperación en materia impositiva y a seguir exigiendo a los países pequeños la firma de tratados de intercambio de información fiscal. Está claro que países como Panamá, con un sistema fiscal de impuesto territorial, no tiene porqué firmar tratados que serían de una sola vía. Pero, además, no puede acceder a la solapada actitud de la OCDE, que lo que persigue es eliminar la competencia de lo que ellos llaman centros offshore. La bandera de la “competencia fiscal dañina” que esgrime la OCDE alegando la evasión del pago de impuestos no es más que un subterfugio que no resiste el más mínimo análisis. Así, por ejemplo la más grande evasión de impuesto de contribuyentes extranjeros se da en el miembro más influyente de la OCDE, los Estados Unidos, que no grava los depósitos extranjeros en sus bancos, ni mucho menos las inversiones multimillonarias de extranjeros en sus Bolsas de Valores. y no le da información de estas inversiones a ningún país, excepto Canadá. ¿Por qué la OCDE no lo presiona, no para que firme tratados de información que no cumple, sino para que grave las ganancias de esas inversiones o esos intereses bancarios y los entregue a los respectivos países, como lo hace Suiza con los países de la Unión Europea? ¿Qué piensa la OCDE del escándalo que se formó no hace mucho cuando el Internal Revenue Service trató de que los bancos dieran esta información? ¿Y de la protesta del entonces Gobernador de Florida, Jeff Bush, hermano del Presidente Bush, y de la mayoría del Congreso, que se negó a aprobar esa medida? ¿Ignora, acaso la OCDE los argumentos de los Senadores y banqueros de EEUU en el sentido de que dar esa información provocaría el alarmante éxodo de millones de millones (trillones) de dólares de la economía norteamericana?

¿Cuál es, pues, el país que más contribuye a la evasión fiscal en el mundo? Por supuesto que todo apunta a los Estados Unidos, su miembro más conspicuo y el mayor contribuyente a su muy gordo presupuesto anual de 340 millones de Euros.

¿Ignora la OCDE que fue, precisamente, el United States Government Accountability Office (GAO) el organismo que hizo hace poco la siguiente aseveración: “LOS CRIMINALES USAN LEYES ESTATALES ACOMODATICIAS PARA CREAR COMPAÑÍAS DE PAPEL QUE EVADEN IMPUESTOS O LAVAN DINERO. ESTAS COMPAÑÍAS, CREADAS EN LOS ESTADOS UNIDOS, SE HAN USADO PARA LAVAR HASTA $36 BILLONES DE GANANCIAS ILÍCITAS PROVENIENTES DE LA ANTIGUA UNIÓN SOVIÉTICA, DE ACUERDO CON FUENTES DEL FBI CITADAS EN EL INFORME. EL FBI TIENE ABIERTAS 103 INVESTIGACIONES SOBRE MANIPULACIÓN DE MERCADO, LA MAYORÍA DE LAS CUALES INCLUYEN EMPRESAS DE PAPEL DE ESTADOS UNIDOS”. Y si esto fuera poco, preguntamos si la OCDE ignora también el siguiente párrafo de la misma declaración: “LOS OFICIALES GUBERNAMENTALES ENTREVISTADOS PARA EL INFORME DIJERON QUE LA FALTA DE INFORMACIÓN PUEDE MATAR UNA INVESTIGACIÓN. LOS OFICIALES DE ADUANA QUE NO PUDIERON INVESTIGAR LA CORPORACIÓN DE NEVADA, QUE RECIBIÓ MÁS DE 3,774 TRANSFERENCIAS CABLEGRÁFICAS POR UN TOTAL DE $81 MILLONES EN UN LAPSO DE DOS AÑOS, DIJERON A LOS INVESTIGADORES DEL CONGRESO, QUE NO SE HIZO DEBIDO A QUE NO SE SABÍA QUIÉN ERA EL DUEÑO DE LA COMPAÑÍA”. Y, para rematar, ¿ignora la OCDE esta última afirmación?: “EL AÑO PASADO EL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA NORTEAMERICANO RECIBIÓ 75 SOLICITUDES DE ASISTENCIA, DE PARTE DE LAS AUTORIDADES UCRANIANAS, PARA DETERMINAR LOS PROPIETARIOS DE COMPAÑÍAS DE PAPEL NORTEAMERICANAS. LAS AUTORIDADES RUSAS TAMBIÉN PRESENTARON 30 SOLICITUDES. EN TODOS LOS CASOS EL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA SE VIO IMPEDIDO PARA SUMINISTRARLAS POR FALTA DE INFORMACIÓN”. Las aseveraciones transcritas pueden ser consultadas en la página web de GAO (www.gao.gov). Y para que la tarea sea más productiva, remito a los lectores al periódico USA TODAY, ediciones del 23 de febrero y 19 de marzo de 2007 donde pueden comprobar, igual que los señores de la OCDE, lo fácil que es abrir cuentas en algunos de sus bancos y lo difícil que es abrirlas en los bancos de Panamá. Finalmente, recomendamos también la lectura de la revista The Economist, edición del 19 de abril de 2007, que tiene un artículo muy interesante y revelador en torno a las intimidades de la OCDE. Quizá allí esté la explicación del por qué los burócratas que la dirigen lo único que hacen es velar por los intereses de los países que les pagan sus jugosos sueldos libres de todo impuesto además de otros beneficios, como la remodelación del lujoso apartamento en París, del Director General, que por esas ironías del destino, era el Ministro de Hacienda de México, hermano país que fue de los primeros en incluirnos en una lista negra. Dice así The Economist: “Muchos de los delegados están descontentos con el arreglo de pagos que el señor Gurria se agenció, además de una residencia por la que no tiene que pagar alquiler. Su salario básico, de 183 mil euros, fue elevado mediante un paquete confidencial: la asignación como expatriado, de 33 mil euros (sin precedentes para el jefe mayor); una asignación para gastos “domésticos” de 11 mil euros, y gastos de “representación” de 50 mil euros. Esto último puede ser utilizado como mejor le parezca y no está sujeto a auditoria. Una definición un tanto ambigua de “gastos normales”, hizo que fruncieran el entrecejo algunos oficiales que vieron una factura por una cena de aniversario de bodas de Gurria con su esposa, de acuerdo con un documento que vio The Economist. Los oficiales le indicaron que este tipo de gastos no podía ser reembolsado. Un vocero dijo que eran gastos personales y no fueron tramitados”.

Es de todos sabido que nuestra economía, en un porcentaje superior al 80%, está sustentada en el sector de servicios. Ello es así, fundamentalmente, debido a nuestra posición geográfica, que hizo posible el Canal, y que nos ha convertido en un eje para las comunicaciones, no solo en las Américas sino entre los continentes. La posición geográfica estuvo secuestrada durante todo el siglo pasado. El Canal nos fue devuelto en el año 2000 y los puertos a partir de 1979 (hasta 1948 fuimos, además, un país sin un puerto aéreo). El uno y el otro requirieron y requieren ingentes inversiones para adecuarlos al comercio mundial. Al estar privados de nuestra posición geográfica tuvimos que ingeniarnos para sobrevivir y así, nuestros prohombres crearon, en 1919, el Registro Abierto de Naves y lo complementaron, en 1927, con el sistema de sociedades anónimas. Ambos han sido vehículos esenciales en los inicios de la globalización, al permitir a los distintos países hacer negocios entre sí teniendo como vínculo un instrumento neutral. (Actualmente nuestro Registro Abierto de Naves representa cerca del 20% de la marina mercante mundial). A principios de 1970 se creó en Panamá el primer Centro Financiero Internacional, fuera de los tradicionales Centros Financieros de países de la OCDE. El desarrollo de las telecomunicaciones ha eliminado distancias y asientos. Todo está en la Internet y el idioma universal ya no es ni el inglés o el mandarín sino el idioma binario. Esta revolución tecnológica y los otros complementos que ofrece Panamá, como la nueva Ley de Sedes Regionales, brinda a nuestro país la posibilidad de convertirse en un Centro Financiero y de Servicios al mismo nivel que Londres, Nueva York, Tokio, Hong Kong y Singapur. La OCDE, por supuesto, quiere impedirlo tal como lo demuestra este documento. Mi propósito al escribirlo es alertar a la comunidad de los aviesos designios y métodos de la OCDE, y convencer a nuestro gobierno de que la arremetida de la OCDE contra Panamá, para forzarnos a firmar tratados de intercambio de información fiscal con todos sus miembros, es inmoral y sin ningún fundamento en el Derecho Internacional y mucho menos, en el contexto de las relaciones entre los países de la propia OCDE. Creemos haber demostrado, también, que lo que persiguen es eliminarnos como Centro Financiero y de Servicios Internacionales. Con la fuerza que da el conocimiento de la verdad, el Gobierno Nacional debe tomar las medidas que tiene a su alcance, apoyándose en nuestras leyes y en el Derecho Internacional, para que los países que nos perjudican cesen en su agresión excluyéndonos de sus listas negras.

Hay que reconocer que nuestro Presidente y su Canciller han tratado el tema con los Jefes de Estado de esos países, pero los resultados, en tres años de gobierno y de gestión personal, han resultado infructuosos. Nuestro Presidente debe ahora poner en ejecución los instrumentos que le proporciona nuestra Ley de Retorsión. Esta ley tiene dos vertientes: la retorsión, propiamente dicha y las medidas recíprocas. La retorsión puede consistir en la exclusión de las empresas de capital proveniente de aquellos países que nos mantienen en las listas negras, a fin de que no puedan participar en contratos gubernamentales. Las medidas recíprocas, como su nombre lo indica, consisten en la aplicación de medidas similares o iguales a las que estos países le aplican a Panamá, o a sus individuos o empresas.

La Ley de Retorsión tomó como modelo la “Retaliation Statute” de Estados Unidos y su finalidad, tanto en ese país como en el nuestro, es contar con medidas que sirvan para disuadir a países a que dejen de discriminar contra productos y servicios propios. En Panamá la ley fue una respuesta a las listas negras y se pensó aprovechar la proximidad de las multimillonarias obras de ampliación del Canal para que empresas interesadas en esas obras, muchas de las cuales provienen de países que nos mantienen en listas negras, presionaran a sus respectivos gobiernos para excluirnos de las mismas, so pena de no poder participar en la magna obra. El gobierno anterior dio los pasos iniciales para la aplicación de la retorsión pero la acción no fue continuada por el gobierno actual, que prefirió iniciar una política de gestión personal como ya hemos mencionado. La demora en aplicar la retorsión ha tenido como consecuencia el que ya no sea oportuno hacerlo porque podría interferir con las licitaciones para la ampliación de la vía y porque el interés de Panamá es la concurrencia del mayor número de empresas internacionales sin cortapisas de ninguna clase. Pero el gobierno sí debería aplicar la otra variante de la ley, o sea la que tiene que ver con la aplicación de medidas recíprocas. Estas medidas en nada afectarían la participación amplia que se quiere en las obras del Canal, pero sí serían un instrumento legítimo para que las empresas que operan, o piensan operar en Panamá, y que provienen de los países que nos mantienen en listas negras, presionen a sus gobiernos a que nos excluyan so pena de quedar sometidas a las mismas medidas discriminatorias que sus gobiernos aplican a Panamá y a sus empresas. Estas tienen que ver, principalmente, con la obligación de retener sobretasas o cargas impositivas por encima de las aplicadas a transacciones ordinarias, cuando se trata de remesas monetarias a Panamá. En el caso de México, por ejemplo, toda remesa a bancos, empresas o individuos panameños conlleva la obligación de aplicar y retener una sobretasa del 40%, como impuesto especial. Si igual medida se fuera aplicada por Panamá, tendríamos que a empresas como ICA y Cemex, en el caso de México, se les tendría que retener igual sobretasa adicional y pagarla a nuestro Fisco, también como un impuesto especial sobre todas las remesas que hagan a México. En el caso de España, la sobretasa que nos imponen por virtud de la Lista Negra, es del 20%, la cual se aplicaría a empresas como Unión Fenosa, a los bancos españoles y la empresa Telefónica. Estamos seguros que de aplicarse las medidas recíprocas la ley cumpliría su propósito, esto es, antes de que la retención se hiciera efectiva, las empresas de esos países moverían a sus respectivos gobiernos a excluirnos de esas listas negras. Estas listas negras, a la vez que son una afrenta a la dignidad del país, impiden que podamos desarrollar a plenitud nuestra economía de servicios, sobre todo, nuestro Centro Financiero. Es aquí donde reside la verdadera riqueza de Panamá, la que nos ayudaría a resolver los problemas de la pobreza y nos pondrían a todos a la altura del Canal: para llegar a ser un país del primer mundo, sin niños descalzos ni estómagos vacíos. Nuestro gobierno tiene la fortaleza que le dio el amplio mandato del electorado para enfrentar a la OCDE, cuyos únicos argumentos son la prepotencia y la doble moral.

Panamá, Octubre 2007

REFLEXIONES SOBRE LOS DECRETOS –LEYES DE SEGURIDAD

REFLEXIONES SOBRE LOS DECRETOS –LEYES DE SEGURIDAD

Eduardo Morgan Jr.

En relación con los Decretos Leyes relativos a la seguridad que tantos comentarios han suscitado entre la ciudadanía, nos llama la atención que el gobierno no ha hecho público ningún documento que contenga una exposición de motivos sobre estos Decretos. ¿Cuáles son sus antecedentes, cuál es su razón de ser, qué limitaciones tienen nuestras leyes actuales que justifican el cambio que estos decretos traerán  en nuestro actual sistema de seguridad? Y, quizá el punto más importante, ¿cuánto costará su aplicación?

Analicemos en primer lugar la creación de un  Servicio Nacional de Fronteras, o sea la fuerza militar especial para el resguardo de ellas. ¿Qué justificación tiene esta fuerza militar? Es obvio que en nuestra frontera con Costa Rica no hay ni habrá ningún problema de seguridad que requiera el desplazamiento de una fuerza militar especial. Por tanto, es dable creer que el gobierno se ha enfocado en la frontera con Colombia, en la aislada y poco poblada provincia del Darién. Se habla del peligro que para nuestra soberanía y nuestra seguridad representan las incursiones de grupos irregulares colombianos, particularmente las guerrillas de la FARC. Sin embargo, en los 60 años de existencia de este grupo armado NO HA HABIDO INCIDENTE GRAVE ALGUNO, que haya afectado ni nuestra seguridad ni nuestra soberanía en esa parte de nuestro territorio de una gravedad que requiera un aparato militar de la magnitud del que se pretende estructurar ahora.

 No es descabellado pensar que la creación de esta fuerza militar especial pudiera tener un resultado negativo, totalmente contrario al que se persigue. La guerrilla colombiana puede pensar que Panamá se ha incorporado al Plan Colombia y que nuestra nueva fuerza militar tiene como misión atacar a los grupos guerrilleros en el área limítrofe. Por supuesto que esta  deducción  podría acarrearnos los incidentes graves que no hemos tenido en los más de 60 años de existencia del conflicto colombiano. Y estos incidentes pudieran traer como resultado que nos viéramos involucrados en ese conflicto y con ello se irían raudos de nuestra ahora pacífico territorio los miles de turistas e inversionistas extranjeros que aquí llegan por la paz que entre nosotros encuentran, amén de otros efectos de igual o mayor gravedad para nuestra sociedad y Estado.

El otro aspecto  a considerar es el costo de esta fuerza militar especial. El gobierno no ha mencionado para nada este punto. Una fuerza militar especial en un área sin buenos caminos  se moviliza por aire, por los ríos o con equipos terrestres especiales. ¿Cuántos helicópteros necesitará nuestro ejército de frontera? ¿Cuántas lanchas especiales para la navegación en los ríos? ¿Qué tipo de equipo terrestre? Sabemos que los helicópteros no son baratos ni de comprar ni de mantener. Hace pocos días se hablaba de una inversión de 10 millones en la compra de uno (con dinero donado por Taiwán). ¿Y cuánto costarán los equipos terrestres especiales y las lanchas para la navegación en los ríos del Darién?  No me atrevo a predecir costos pero en vista de la falta de información del gobierno, podemos estar hablando de que la fuerza militar especial pudiera llegar a costarnos varios centenares de millones al año. No olvidemos que cuando se habla de seguridad, de defender la soberanía, no se ponen límites a los gastos y los controles no existen o se flexibilizan peligrosamente.

El  otro componente importante de los Decretos de Seguridad es la creación del Servicio Nacional Aeronaval. Es obvio que nuestra Fuerza Pública necesita de aviones, helicópteros y naves especiales para apoyar el orden público, proteger a nuestros ciudadanos y asistirlos en caso de desastres naturales, amén de  cuidar nuestro mar territorial.

Lo que no debemos hacer es crear una infraestructura con el objeto de sellar nuestras costas en el Atlántico y el Pacífico con la excusa de evitar, tanto  la incursión de los narcos colombianos que tienen a nuestro país convertido en depósito de la droga cuyo destino final es  EEUU y Europa, como también por las supuestas amenazas terroristas al Canal.  

¿Cuánto nos costará la implementación de esos proyectos? ¿Cuál es el valor de los aviones, helicópteros, lanchas y naves para patrullar nuestras costas? ¿Cuánto nos costarán los radares en ambos mares para detectar las incursiones de los narcos o de supuestos terroristas?  Me temo que al final estaremos gastando varios cientos de millones en la compra de los equipos y en su mantenimiento posterior. Y lo que será más lamentable, las ganancias del Canal se nos irán en la creación y en el soporte de esta estructura militar.

¿Y cuáles serían los efectos sobre el tráfico de  drogas y las amenazas al Canal (terrorismo) si no los implementamos? En la década de los 90 y en los primeros años del presente siglo en Panamá se incautaba un promedio de 8 toneladas de droga al año. En el último año y en lo que va del 2008 las cantidades representan cifras astronómicas. El año pasado se incautaron más de 66 toneladas y este año ya van 30 toneladas. Este es el resultado de la gran cooperación internacional que existe en la lucha contra el narcotráfico y la ayuda que presta el gobierno norteamericano a través de la DEA, de su Guardacostas y sus otras entidades de seguridad. Es natural la cooperación de EEUU ya que un alto porcentaje de la droga que pasa por Panamá tiene como destino el gran mercado de consumo norteamericano que representa severos daños para su economía (100 millones por tonelada). Los radares y equipo de detección que posee EEUU para detectar movimientos de aviones y naves y lanchas de todo tipo en el área circundante a nuestro Istmo son insuperables. Durante las fallidas negociaciones para establecer en Panamá el Centro Multilateral Antidrogas  (CMA), el General Barry McCaffrey, quien había sido Jefe del Comando Sur y era  entonces el Zar de la Droga, nos manifestó que no había nada que se moviera en esa área sin que ellos (EEUU) lo detectaran desde sus bases en Texas y que no veía ninguna ventaja en ese Centro. Eso fue hace más de 10 años por lo que presumimos que con el desarrollo tecnológico sus instrumentos de detección son aún más formidables. En cuanto a las amenazas al Canal por el terrorismo, no olvidemos  que tenemos celebrado con EEUU el Tratado de Neutralidad, el cual, según palabras del propio General Torrijos, al explicárselo al pueblo panameño en un programa de televisión en el cual él hacia las veces de docente y la audiencia de alumnos, obligaba al ejército de ese país, el más poderoso del mundo, a defendernos. Aclaró el General que no era que EEUU tuviera el derecho de defendernos sino el deber de hacerlo, en caso de agresión al Canal. Aquí acuñó su famosa frase: “ESTAMOS BAJO EL PARAGUAS DEL PENTÁGONO.   “ESO SIGNIFICA” –agregó- “QUE  NO TENDREMOS QUE USAR LOS BENEFICIOS DEL CANAL PARA COMPRAR TANQUES DE GUERRA, AVIONES , HELICÓPTEROS Y NAVES DE COMBATE SINO QUE LOS USAREMOS PARA TRACTORES AL CAMPESINO,  INVERTIR EN EDUCACION, EN SALUD, Y BIENESTAR PARA NUESTRO PUEBLO”.

Reflexionemos, pues, si es que las cosas ahora han cambiado y ya el sueño del General no existe y  estamos en proceso de revivir  las locuras de las Fuerzas de Defensa de Noriega que quiso secuestrar los beneficios del Canal para su seudo ejército.

EMJr.

24/9/2008

Ataques de la OCDE a la economía de Panamá, (Entrevista en Crítica Libre)

A Dr. Eduardo Morgan Jr.

Por Periodista Aet Tejera

Marzo 27, 2009

1- ¿Piensa que los países del G-20 y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) vienen por Panamá?

Panamá es un país serio y con un centro financiero muy respetado. No somos paraíso fiscal y por tanto no debemos tener ningún temor de la OCDE. Nuestro escudo son los Estados Unidos que si es Paraíso Fiscal y no da información de los depósitos en sus bancos a ningún país. Mientras Estados Unidos, que es el competidor de nuestro Centro, no de información, no tienen porqué exigirnos a nosotros que lo hagamos. Esta, repito, es nuestra principal defensa.

2- ¿Qué aspectos tendría que Panamá sacrificar en materia fiscal para evitar que se le siga incluyendo en Lista Negra?

No tenemos que sacrificar nada sino aplicar nuestra ley de retorsión, y nuestro gobierno hablar claro de que no somos paraíso fiscal y señalar quiénes sí lo son.

3- ¿Cómo afectaría a Panamá ceder en aspectos fiscales?

Seria la ruina del Centro de Servicios,que es la base de la economía de Panamá. El solo centro bancario tiene más de 17mil empleos, pero es, además, el eje de muchas de las actividades económicas. Por ejemplo, si el centro bancario se afecta, se afectan los 30 mil empleos de la Zona Libre, se afecta la construcción, se afecta nuestro eje aéreo de Tocumen y muchas otras actividades. Acuérdese que los servicios representan más del 80% de nuestra economía.

4- ¿Aparte de la OCDE, el Presidente Obama es un enemigo de las jurisdicciones tipo paraíso fiscal, qué opina al respecto?

Creo que el Presidente Obama está mal informado. Me gustaría saber si ignora que Estados Unidos es el Paraíso Fiscal más grande del mundo y, además, que no es transparente.

 5- ¿A qué se debe esa nueva presión de las potencias? A qué están quebrados financieramente y tienen qué buscar fondos dónde sea.

Es una cortina de humo azuzada por la OCDE, ante su gran  fracaso de no preveer el desastre financiero mundial, cuya génesis está n los principales países de la OCDE. A quién se le ocurre pensar que Andorra, Cayman, BVI, Panamá, etc., tienen la culpa de la cuasi quiebra de empresas enormes como el City Bank, General Motors, etc. No es cierto que los fondos de esos países están en los que ellos llaman Paraísos Fiscales. El total de los depósitos en Panamá es de 76 mil millones de dólares y las pérdidas se contabilizan en miles de millones, o en trillones, como los llaman los norteamericanos. Esto es totalmente ridículo.

6-Si Panamá cede, qué cosas debería reclamar para compensar sus sacrificios.

Nada puede compensar el daño a nuestra economía, ni a nuestro país, si cedemos. Somos un verdadero país y no una islita del caribe, colonia inglesa, holandesa o norteamericana.

7- Ya Suiza y Luxemburgo están flexibilizando su secreto bancario ante algunas peticiones de Estados Unidos. ¿Qué opina de esto?

 No somos ni Suiza ni Luxemburgo, ni estamos en Europa. .Nuestro mercado está aquí, en América, y nuestro competidor es Miami. En otras palabras, Miami, léase, Estados Unidos, tiene que ceder junto con nosotros, y juntos tenemos que exigir que también  cedan los otros centros financieros. Es lo que se conoce como  el Level Playing Field.

8- ¿Es peligroso para Panamá entregarse totalmente? ¿Cómo nos afectaría?

Si tiene cifras le agradecería me las proporcione.

Panamá no se puede entregar. y el pueblo panameño debe cerrar filas para que esto no pase. Es vergonzoso,  por decir lo menos, que faltando un mes para elegir un nuevo gobierno, el actual se haya burlado de las organizaciones con las cuales consensuó una respuesta adecuada a la OCDE y  lo que es peor, que escribiera su respuesta en la ciudad de Washington.

Acciones Al Portador, Desmontando Falacias

Eduardo Morgan Jr.

Agosto, 2009

Panamá se convirtió, desde muy temprano, en pionera de la globalización de la economía mundial. Su registro de naves data de 1917 y su ley de sociedades anónimas, de 1927. El primero, permitió que el negocio marítimo se desarrollara mediante una bandera que no discriminaba ni por la nacionalidad de los propietarios, ni de la tripulación. La segunda, contribuyó a que personas y empresas de diversas nacionalidades hicieran negocios en diferentes países mediante la utilización de una sociedad neutral. A esto se agregaba una ley fiscal de impuesto puramente territorial. Ambos instrumentos han tenido un éxito notable: hoy en día el 20% de la flota mercante mundial ondea la bandera panameña y en casi todos los negocios internacionales importantes tienen en su estructura jurídica una corporación panameña.

Este resultado no es producto sólo de las leyes sino, también, de la forma responsable y profesional con que Panamá ha manejado ambas instituciones, tanto por parte del sector gobierno (Autoridad Marítima, Consulados, Registro Público),  como del sector privado, (principalmente  abogados).  El auge de la globalización dio inicio a una competencia feroz por parte de otros países y de jurisdicciones (principalmente Colonias de países de la OCDE y también estados  de EE.UU.) para  apoderarse del negocio que generan estas actividades. Así surgieron banderas como las de Liberia e Islas Marshall, que en realidad son empresas manejadas por intereses norteamericanos, y sociedades como las IBC, creadas por abogados ingleses y norteamericanos en jurisdicciones del Caribe, amén de las LLC (Limited Liability Companies) de varios Estados norteamericanos, principalmente Delaware, que hoy en día genera el 22% de su presupuesto con este negocio.

 La OCDE y EE.UU. pretenden que Panamá modifique su ley de sociedades anónimas para eliminar o “depositar en custodia” las acciones al portador, con la excusa de que las mismas se prestan para ocultar delincuentes.  Pasan por alto, deliberadamente, que el sistema panameño está estructurado en tal forma que facilita que éstos puedan  ser ubicados.

Comparar nuestros mecanismos de control, por ejemplo, con el sistema norteamericano, confirma esta aseveración. En efecto, mientras en Panamá, es obligatoria la participación de un abogado en la constitución de una sociedad anónima, en EE.UU. el interesado puede hacerlo directamente, y si utiliza un agente, éste no  requiere ninguna cualificación para dedicarse al negocio de intermediario en la formación de corporaciones o LLC (Limited Liability Company). En Panamá, el Pacto Social debe hacerse por Escritura Pública que se  inscribe en el Registro Público donde deben constar,  necesariamente,  el nombre y la dirección, tanto  del Agente Residente (abogado)  y, como mínimo,  de  tres Directores. En EE.UU. lo que el Registro del Estado exige (cada estado tiene sus propias leyes), es el nombre de la sociedad y la dirección del Agente para los efectos del cobro. Además, en Panamá el abogado tiene la obligación legal de obtener la identidad del que pide la sociedad, y no puede ampararse en el secreto profesional en caso de una investigación. 

En ninguno de los 50 Estados norteamericanos se exige la identidad del que está detrás de la sociedad, lo que permite que las LLC se usen para toda clase de delitos, incluyendo evasión de impuestos en ese país, sin que el FBI u otras agencias de investigación criminal puedan dar con el paradero de los delincuentes. Más grave aún es que, por esa razón, en innumerables casos el Departamento de Justicia no ha podido evacuar peticiones de asistencia de otros países. Esta falla es tan preocupante, que el Senado norteamericano está actualmente discutiendo cómo obligar a los Estados a identificar a los que crean las LLC. Crear sociedades es un negocio que genera altos ingresos (caso Delaware), por lo que regularlas ha encontrado severa resistencia.  

El éxito de Panamá es la seguridad jurídica que ofrece a los usuarios de nuestras sociedades, que no es para ocultar delincuentes, sino para facilitar los negocios a empresarios e individuos honestos. El delincuente no busca, para ocultar sus fechorías, una sociedad panameña y, mucho menos, cuando le resulta más económico y seguro utilizar sociedades de Estados en donde ni el FBI, con toda su capacidad técnica, los puede ubicar.

Nuestra ley permite que la sociedad pueda tener acciones nominativas y acciones al portador y también, que el Pacto Social contenga una prohibición  para la emisión de estas. Muchos bancos exigen que las sociedades que contratan con ellos  tengan esa prohibición. También en muchas actividades reguladas, los gobiernos las prohíben, como es el caso de las licencias bancarias. No obstante, lo que está mal es que la OCDE exija la modificación de leyes para prohibirlas, cuando  18 de sus 30 socios las tienen y es una falacia, como hemos visto,  sostener que con esa medida se evita que los delincuentes se escondan detrás de ellas.

Por  último, los que nos critican nunca han logrado mostrar una lista de sociedades panameñas envueltas en delitos cuyos responsables no se han podido identificar.  Por eso, la reputada revista The Economist incluye a Panamá en la lista “dorada” de países en los que no se pueden abrir cuentas bancarias, ni formar sociedades anónimas sin la identificación, comprobada, de los interesados.

Eduardo Morgan Jr.

20/08/09

Carta a Jeffrey Owens

Panamá 3 de septiembre de 2009

Señor Jeffrey Owens

Director-CTP

OCDE

Francia

Estimado señor Owens:   

La OCDE no es una verdadera organización internacional, como sí lo son, entre otros el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Organización Marítima  Internacional (OMI). La OCDE no es más que un club o cartel de 30 países ricos que, según sus estatutos, tiene por objeto “ayudar a sus países miembros a lograr un crecimiento económico sostenible y empleos, y elevar el nivel de vida en los países miembros”.

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Written Testimony of Harry J. Haynsworth, On the Incorporation Transparency and Law Enforcement Assistance Act

Written Testimony of Harry J. Haynsworth Chair, Drafting Committe on the Uniform Law
Enforcement Access to Entity Information Act of the Uniform Law Commission to the
United States Senate Committee on Homeland Security and Governmental Affairs
On the Incorporation Transparency and Law Enforcement Assistance Act

Complete Testimony

Carta al Secretario General de la OCDE

Panamá, 6 de octubre de 2009

Señor
Jose Angel Gurria
Secretario General

OCDE

Honorable señor Gurria:

La crisis económica global provocada por la mala regulación de los mercados financieros, y que ya ha ocasionado millones de desocupados en el mundo entero (en EE.UU. ya van más de 15) ha unido a las potencias globales, incluyendo a los llamados países emergentes, a diseñar estrategias que ayuden a salir de la crisis y a retomar el crecimiento económico en beneficio de toda la humanidad, y así aprovechar las oportunidades que presenta la globalización para mejorar la situación de pobreza extrema que, hoy por hoy, aflige a un porcentaje altísimo de la humanidad.

Por esto. resulta penoso que la OCDE, en lugar de sumarse a este esfuerzo, persista en sus políticas equivocadas e hipócritas de ataques infundados y ridículos contra los que ella, antojadizamente, y sin ninguna base racional, cataloga como paraísos fiscales no cooperadores. No podemos entender declaraciones suyas comentando las reuniones del G20 que, copiamos:

“Lo que ha ocurrido es nada menos que una revolución. Durante décadas a los contribuyentes les ha sido posible ocultarle al fisco los ingresos y activos mediante el abuso del secreto bancario, y otros impedimentos al intercambio de información. Lo que estos acontecimientos ponen de manifiesto es que esto ya no será posible”.

 

Usted, señor Gurría, no puede ignorar que Estados Unidos, el miembro principal y el mayor contribuyente al presupuesto de la OCDE (25%) es el paraíso fiscal más grande del mundo. Este país es el de mayor riqueza económica, el más seguro para las inversiones y, además, NO GRAVA CON IMPUESTOS LAS INVERSIONES EXTRANJERAS EN SU ECONOMÍA. Esto, y usted tiene que aceptar lo obvio, lo cataloga como Paraíso Fiscal de acuerdo con las definiciones de la OCDE. Pero este Paraíso Fiscal es, además, NO TRANSPARENTE, (también de acuerdo con las definiciones de la OCDE), no solo porque no da información a terceros países, de las inversiones de sus contribuyentes, sino porque celebra con intermediarios financieros el QUALIFIED INTERMEDIARY AGREEMENT, el cual les garantiza a sus clientes que no serán conocidos ni siquiera por el IRS. Es decir, Estados Unidos no solo no da información sino que no está en capacidad de darla porque no la tiene.

Esto corrobora que tiene razón The Economist (26/3/2009) cuando afirma que detrás de las presiones de la OCDE lo que hay es una gran hipocresía, a lo que yo añado, que lo que esconde es el interés de eliminar la competencia a los miembros de su Cartel en negocios financieros. Panamá no es un Paraíso Fiscal. No tenemos leyes fiscales que beneficien a los extranjeros sobre los nacionales; el centro bancario tiene un tamaño acorde con nuestra economía (46 billones en depósitos) y con la importancia del país en la región. Panamá no es una jurisdicción, como muchas, que sirven de intermediarias a países de la OCDE para que sus bancos y empresas puedan crear estructuras para minimizar sus impuestos o evitar las regulaciones que sus países imponen. Panamá es un verdadero centro financiero regional por nuestra posición geográfica, el Canal, sus modernos puertos en ambos mares, sus 5 cables ópticos globales, su hub aéreo, el más importante de América Latina, su sistema fiscal moderno, su democracia probada, una sociedad en armonía y libre de discriminaciones, y por estar a salvo de catástrofes naturales. Además, cuenta con un componente humano que ha probado ser del primer mundo, ampliamente demostrado en la eficiente operación del Canal. La seriedad y el buen manejo de nuestro centro financiero han sido calificados como excelente por el FMI que, a diferencia de la OCDE, si es una verdadera organización internacional.

La OCDE no debe seguir con su agenda de amenazas y discriminaciones, todas contrarias al Derecho Internacional y a los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio. Debe también dejar de hacer el ridículo con su impertinente exigencia de los 12 tratados de información, como condición para salir de sus listas. Debe, eso si, explicarle a todas los países y jurisdicciones a los cuales amenaza, la razón de por qué, su socio principal no es un Paraíso Fiscal y, además, no cooperador.

Si no encuentra alguna explicación lógica, debería entonces seguir la política de este gran país, la primera potencia militar, económica y científica del mundo y recomendar que la economía mundial y los contribuyentes de todos los países estarían mejor con una sana competencia fiscal, como la que impera en Estados Unidos.

De usted muy atentamente,

Eduardo Morgan Jr.

Ex Embajador de Panamá en Washington

La Lección de Obama por Eduardo Morgan Jr.

Dr. Eduardo Morgan Jr.

Enero 2009

La elección de Barack Obama ha mostrado al mundo que el pueblo norteamericano ha dado un paso más hacia su perfeccionamiento como una gran nación. Estados Unidos, rico en recursos naturales, ha sabido explotar esa riqueza, gracias a la existencia de un pueblo educado que muy temprano en su historia entendió que invertir en educación era la forma de hacerse grande. Esa educación, fomentar la pasión por aprender, por ampliar los conocimientos, ha dado sus frutos para los que habitan en ese país privilegiado, y para el resto de la humanidad. Son incontables los inventos y los descubrimientos en el campo de las ciencias y las artes, originados en EEUU, de los que nos hemos beneficiado los que habitamos este planeta. Son destacables sus triunfos en aviación, agricultura, medicina (la vacuna contra el polio, entre muchos). Vienen a mi memoria las comunicaciones por satélite que EEUU puso a disposición de todos los países (creando la organización internacional, INTELSAT). Y tal vez la más impactante de todas las tecnologías, la que unifica el mundo: el INTERNET, que elimina fronteras y distancias, y ofrece un universo de información casi ilimitada.

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Panamá, la OCDE y la Crisis Financiera

Eduardo  Morgan Jr.

Octubre 2008

Los  ataques  de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) contra Panamá  y otros Centros Financieros a los que califican como paraísos fiscales, no tienen otro motivo que la intención de acabar con la competencia que estos, gracias a la revolución tecnológica, representan contra los miembros de su Club (Ver La doble moral de la OCDE y los Centros Financieros Offshore).

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